Seguramente habrás oído decir que los perros crecen más rápido que las personas y que su edad se cuenta en años “caninos” en lugar de años humanos. Cuando tu cachorro tenga un año humano, ya podría considerársele un adolescente de cerca de unos 15 años en años caninos, dependiendo de la raza.
Por tanto, esto quiere decir que cuando tu cachorro tenga unas pocas semanas, ¡habrá cumplido el equivalente a un año canino! ¿Cómo vas a celebrar su cumpleaños? ¿Qué tal si le das una golosina especial o le sacas a pasear por su ruta favorita?
Seguramente ya habréis pasado algún tiempo juntos y os conoceréis un poco. Así pues, ¿qué debería estar aprendiendo tu cachorro y cómo puedes ayudarle con su adiestramiento?
¡No hay ni un segundo que perder!
Pronto dominarás los fundamentos del adiestramiento canino y podrás ayudar a tu cachorro a ganar confianza. Las clases para cachorros son un modo excelente de adiestrarle y convertirle en un perro confiado y sociable. Las escuelas para cachorros están destinadas a perritos de entre 8 y 16 semanas y son un modo muy divertido de estrechar el vínculo entre tú y tu cachorro durante la etapa más importante de su desarrollo, además de ofrecerle la oportunidad de experimentar nuevos entornos y relacionarse con otros perros.
A medida que tu cachorro se acostumbra a los nuevos lugares y aprende que no hay de qué tener miedo, irá ganando confianza en sí mismo. Si le premias por portarse bien en distintas situaciones, establecerá asociaciones positivas cuando conozca nuevas personas y a otros amigos peludos. Más adelante, gracias a esta asociación positiva, reaccionará con calma y actuará con confianza en cualquier circunstancia.
La etapa de socialización es muy importante para tu cachorro. En ella, aprenderá que hay situaciones distintas, niños, personas, animales, medios de transporte, su jaula, ciertos ruidos, etc. que son normales y de las que no tiene por qué tener miedo. Procura exponer a tu cachorro a tantas situaciones y entornos distintos como puedas de un modo seguro, controlado y tranquilo. Prémiale cuando responda de forma positiva y tranquila ante algo nuevo (o incluso si no responde de ningún modo).
Además de socializarle, no olvides adiestrarle con regularidad. Aunque las sesiones de adiestramiento requieren tiempo y paciencia, el esfuerzo vale la pena, por lo que es muy importante que no desistas. Sigue las normas básicas del adiestramiento de cachorros: mantén las sesiones cortas pero frecuentes, premia la buena conducta, nunca le castigues y sé paciente y constante (¡y pide a toda la familia que colabore en el adiestramiento!). Ayuda a tu cachorro a aprender que las situaciones propias de la vida cotidiana moderna son normales y que no hay nada de lo que deba preocuparse.