Para muchos perros, salir a caminar es lo más importante del día, y solo necesitan verte recoger su correa y ponerte el abrigo para comenzar a emocionarse ante la perspectiva de una divertida salida. Pero esto no es así para todos los perros. Para algunos, aventurarse fuera de su entorno familiar, es aterrador.

Los perros tienen una audición muy sensible. Sus antepasados confiaban en sus habilidades auditivas para detectar los sonidos de sus presas arrastrándose a través de la maleza, y nuestros perros todavía tienen la misma asombrosa habilidad.

La capacidad auditiva de un perro es aproximadamente cuatro veces más sensible que la de un humano, ¡por eso saben si alguien se acerca a tu casa, mucho antes de que entre por la puerta!

Es importante que tu perro disfrute de una caminata de manera regular. No solo es esencial para su salud física, también es bueno para desarrollar sus habilidades de socialización, su salud mental, apoyar su entrenamiento y, por supuesto, para fortalecer el vínculo entre vosotros.

Entonces, ¿cómo puedes ayudar a tu perro cuando los ruidos que percibe durante los paseos lo asustan?

Signos de que tu perro tiene miedo al ruido

1. ¿Tu perro tiembla cuando estáis caminando por la calle?
2. ¿Lo encuentras deambulando y jadeando por la casa sin ninguna razón en particular?
3. ¿Jadea o babea, incluso cuando no ha estado haciendo ejercicio?
4. ¿Tiene la cola metida entre las patas cuando está fuera de su entorno familiar?
5. ¿Tiene los ojos muy abiertos con las orejas echadas hacia atrás?
6. ¿No para de “otear” y vigilar continuamente por si detecta algo fuera de su control?
7. ¿Se aferra a ti cuando estás fuera y, a veces, se acobarda o se esconde?
8. ¿Está siendo inusualmente ruidoso, lloriqueando o ladrando?
9. ¿Trata de evitar algunas zonas durante su paseo?

Este tipo de comportamientos podrían indicar que tu perro está escuchando algo que le está molestando (tal vez fuera de tu rango de audición), y se está asustando y poniendo nervioso. 

Encuentra la fuente de ruido y consigue una solución adaptada

Lo primero es identificar lo que está asustando a tu perro para que puedas averiguar cómo ayudarlo.

• ¿Se aferra a tu lado y se acobarda cuando pasa un automóvil por una carretera muy transitada? Si no puedes cambiar a una ruta menos concurrida, intenta caminar a una hora más tranquila del día: por ejemplo, no salgas a caminar cuando los niños vayan al colegio.

• ¿Se pone ansioso durante los fuegos artificiales? No es raro que los animales se asusten por los ruidos que hacen los fuegos artificiales. Los fuertes golpes y silbidos, junto con las luces intermitentes, pueden ser aterradores. En muchas comunidades autónomas existen celebraciones con fuegos artificiales. Saber cuándo están programados te dará la oportunidad de prepararte con anticipación para aliviar el estrés del perro. Para hacer esto debes tener un lugar seguro donde poder retiraros. Quédate con tu perro para consolarlo si es necesario. Intenta distraerlo con un juguete y cierra puertas y cortinas para amortiguar sonidos.
• ¿Se asusta por una tormenta eléctrica? Ten en cuenta los pronósticos del tiempo local y planea sacar a tu perro antes de que descargue la tormenta. Recuerda, de todos modos, que el oído de un perro puede escuchar un trueno a muchos kilómetros de distancia. Si se pronostica una tormenta, ten a tu peludo amigo cerca de ti con una correa, en todo momento, para poder tranquilizarlo si detectas signos de miedo, y puedas ayudarle a llegar a un sitio donde se sienta seguro.
• ¿Huye de las grandes aglomeraciones? Cuando las personas se reúnen, su charla y risa pueden ser bastante fuertes, especialmente si también hay música de fondo. Tu perro puede encontrar que este ruido lo hace sentir incómodo. Si estás planeando una fiesta, asegúrate de que tu perro tenga un lugar seguro para retirarse en una habitación "insonorizada", si es posible, con puertas y cortinas cerradas. Incluso puedes ponerle música relajante para enmascarar el ruido de la fiesta humana.

Formas de ayudar a tu perro a aceptar el ruido

A nuestro alrededor hay ruido a diario, parte de él se puede anticipar y otro llega cuando menos lo esperamos. Los humanos, normalmente, nos reponemos con bastante facilidad de un ruido fuerte inesperado, pero nuestros amigos caninos pueden no tener esa facultad.

Las formas en que podemos ayudar a los perros a aceptar el ruido son:

• Comenzar a aclimatarlos desde una edad temprana, introduciendo diferentes niveles y tipos de sonido gradualmente.
• Establecer una rutina para que tu perro se acostumbre al ruido diario.
• Si un ruido te asusta, trata de mantener la calma para que tu perro no se dé cuenta de tu ansiedad.
• No obligues a tu perro a interactuar con un ruido. Es mejor acostumbrarlo, gradualmente, a los sonidos cotidianos. Puedes hacerlo abriendo una ventana o reproduciendo grabaciones de diferentes sonidos.
• Incluye algo de ruido en tus sesiones de entrenamiento, como aplaudir o usar un silbato.
• Si tu perro está nervioso por los coches, muéstrale los que estén aparcados, lentamente, permitiéndole olfatear a su alrededor. Si parece relajado, el siguiente paso podría ser arrancar el motor para que se acostumbre al sonido. Esto podría ser seguido por corto paseo a lo largo de una carretera hasta que se convierta en un sonido habitual.
• Siempre recompensa a tu perro por una reacción tranquila en el entrenamiento o cuando ocurran ruidos en su vida cotidiana. Puede ser tanto un regalo como un elogio, lo que a tu amigo canino le haga sentirse más feliz.
• No lo castigues si tiene miedo de un ruido, esto no le ayuda y lo confunde más.
• ADAPTIL Calm Home Difusor es una excelente solución para ayudar a tu perro a mantener la calma y adaptarse a situaciones como quedarse solo en casa, ruidos fuertes o visitas.
• Si deseas ayuda adicional cuando salgáis a caminar, prueba ADAPTIL Calm-on-the-go Collar, que libera mensajes de feromonas apaciguadoras para apoyar y tranquilizar a tu perro mientras se enfrenta a situaciones desafiantes dondequiera que estéis.
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Si tu perro continúa mostrando signos de estrés cuando se encuentra en situaciones ruidosas, es aconsejable que tu veterinario lo revise para asegurarse de que no haya problemas médicos subyacentes. También puedes solicitar la ayuda de un entrenador del comportamiento que trabajará contigo para comprender cómo puedes ayudar a tu peludo compañero a aprender a lidiar con los ruidos.