Jugar con perros adultos: el punto de vista de un perro

Puede que los perros mayores tengamos las patas más lentas y algunas canas, pero eso no significa que no sigamos deseando jugar. Yo necesito mi ejercicio diario tanto como cualquiera, y me encanta socializar con mis amigos, tengan dos o cuatro patas.

Por supuesto, sé que ya no soy tan ágil como antes y que no puedo jugar como antes. Pero ¿por qué dejar que eso me impida divertirme? Todavía hay muchas formas de que los adultos cuiden de los perros mayores y de que juguemos juntos.

Con qué luchan los perros mayores?

A medida que he ido envejeciendo, me he dado cuenta de que mi vista y mi oído ya no son lo que eran. Esto significa que no siempre soy consciente de lo que ocurre a mi alrededor. No siempre puedo oír si me llamas por mi nombre, o puede que no vea que me estás ofreciendo un juguete. Por favor, no creas que esto significa que no quiero jugar, simplemente me cuesta un poco más entenderlo.

Sé que algunos perros mayores como yo también tienen problemas con las articulaciones. Ciertas posturas o movimientos pueden resultar incómodos, así que a veces hay que adaptar un poco un viejo juego que nos encantaba. Pero esto es fácil. Sólo hay que ir más despacio y recordar que a menudo preferimos actividades de bajo impacto que sean menos físicas, pero que sigan proporcionando mucha estimulación mental.

Cuidado de perros adultos - Juegos a los que podéis jugar juntos

Ahora que soy un poco mayor, he descubierto algunos juegos con los que disfruto especialmente. Son estupendos para mantenerme activo sin someterme a un esfuerzo físico excesivo:

• Escondite: funciona especialmente bien con golosinas sabrosas, cuanto más olorosas mejor, sobre todo si cuidas de un perro viejito como yo cuyo sentido del olfato ya no es tan bueno como antes. Me encanta cuando se esconden golosinas en una habitación o en el jardín, porque me lo paso en grande buscándolas. A veces, los humanos también se pueden turnar para esconderlos, ¡y sé que me tendrán preparada una sabrosa golosina cuando los encuentre!

• Comederos con rompecabezas: hacen que mi cerebro siga trabajando mientras averiguo cómo conseguir mi comida, ¡así que es mucho más gratificante cuando por fin lo consigo! Algunos comederos son más entretenidos que otros, mientras que otros son más desafiantes mentalmente. Recuerda que los perros mayores no somos todos iguales, así que tendrás que encontrar uno que funcione mejor para tu mejor amigo peludo.

• Natación: ¡Nadar es mi ejercicio favorito hoy en día! No me hace daño en las articulaciones y puedo hacerlo a mi ritmo. También me gustaría probar ir a un centro de hidroterapia local para sesiones individuales que me dejan bien relajado después.

• Entrenamiento: quien dijo que no se pueden enseñar trucos nuevos a un perro viejo no me conoce ni a mí ni a mis amigos. Me encantan las sesiones de entrenamiento con mi amigo de 2 patas. Me mantienen mentalmente activo y siempre siento que hemos estrechado lazos cuando terminan. Mi cuidador debe tener en cuenta algunas cosas, como la duración de nuestras sesiones y si me siento físicamente cómodo con lo que estoy aprendiendo.

• Citas para jugar con amigos perrunos: socializar con mis amigos de cuatro patas es tan importante como establecer un vínculo con mi educado. Dicho esto, a veces un cachorro puede jugar a pelearse con perros mayores. Esto puede ser difícil para mí, pero confío en que mi humana intervenga si muestro algún signo de estrés o ansiedad. Por lo demás, soy más que feliz con otros perros cerca.

Cuidado de perros mayores con Adaptil

Si notas que me estreso o me pongo nervioso, Adaptil Calm Difusor es genial para hacerme sentir tranquilo de nuevo. ¡Y no solo sirve para nosotros los perros mayores! De hecho, ¡yo he tenido en casa casi toda mi vida!

Consejos para perros mayores

El mejor consejo que se me ocurre para cuidar a perros mayores como yo es simplemente hablar con mi veterinario. Parece que siempre saben qué cambios necesito para sentirme feliz y que esté sano.

Si tienes en mente algún juego o ejercicio que te gustaría que probara, díselo a tu veterinario para que te diga si estoy preparado. A veces quiero jugar, pero, cuando llega el momento, ¡me cuesta más de lo esperado!

También deberías hablar con mi veterinario si notas algún cambio repentino en mi forma de actuar, o incluso si pierdo el interés por jugar. Puede que no sea el mejor demostrándolo, pero podría tener algún problema médico que esté afectando a mis niveles de energía o a mi comodidad.

Por lo demás, lo mejor es recordar que cada uno de nosotros, los perros senior, es único. Cada uno de nosotros tiene necesidades y capacidades diferentes, pero lo más importante es que siga pasando tiempo de calidad con nosotros. Apreciemos el vínculo que compartimos y creemos muchos más recuerdos felices juntos.

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