¿Alguna vez te has preguntado: “¿Cómo experimentan los perros el mundo que los rodea?”. Si es así, ¡no eres el único que se pregunta qué sentidos tienen los perros! También es una pregunta importante. En la sociedad actual, las mascotas son familia: las amamos y cuidamos a un nivel íntimo. Sin embargo, para comprender sus necesidades, debemos comprender cómo se comunican con nosotros y cómo perciben el mundo.

El sentido del tacto de un perro

El sentido del tacto de un perro es un concepto muy diferente al de un humano. Desde un punto de vista académico, la información sensorial de un ser humano se relaciona con el tacto, la temperatura, la presión y los estímulos nocivos, además de ayudar al cerebro a determinar dónde se encuentran las partes del cuerpo en el espacio. Los receptores de la piel y de otros tejidos transmiten información a través de los nervios y la médula espinal al cerebro a través de una vía nociceptiva especializada. Esto permite a un individuo interpretar una sensación y determinar cómo responder.

Curiosamente, los humanos tenemos muchos más receptores táctiles que los perros y, en consecuencia, nuestro sentido táctil está afinado, ¡especialmente en las yemas de los dedos! Los perros, en cambio, tienen una sensación táctil más generalizada. No evalúan las cosas levantándolas con las patas, sino que utilizan la boca para agarrarlas y levantarlas. Luego combinan este sentido con información de otros sentidos del perro para recopilar información. Sin embargo, a diferencia de lo que se suele suponer, esto no significa que los perros no sientan dolor.

Gen MCIR para el dolor

Los perros son seres sintientes, aunque el sentido del tacto de un perro puede ser menor que el de un humano, todavía sienten dolor y emociones específicas como cualquier otra criatura. Dicho esto, la cantidad exacta de dolor puede depender de un espectro individual, ya que algunos animales se consideran más estoicos que otros, ¡aunque incluso esto es objeto de debate! Es discutible que las enfermedades y las lesiones puedan reducir las posibilidades de supervivencia de un perro en la naturaleza, por lo que pueden ocultar su dolor hasta que ya no puedan compensarlo. Esto puede ser visible en los perros como una disminución de la actividad, esconderse, interactuar con menos frecuencia o incluso un aumento del jadeo, la agitación o la agresión.

Curiosamente, puede haber una razón genética por la que los perros sienten el dolor de manera diferente, aunque esto todavía se está investigando. En los seres humanos, el gen del receptor de melanocortina-1 controla el pigmento de la piel, el color del cabello y la sensibilidad a la luz solar. Las investigaciones han demostrado que los humanos con ciertas variaciones de este gen tienen un umbral más bajo para el dolor y una mayor necesidad de anestesia. Asimismo, este gen ha sido identificado recientemente en algunas líneas de Labrador Retrievers. Las investigaciones en curso buscan otros vínculos genéticos entre ciertas razas de perros, los sentidos de un perro y su sensibilidad al dolor.

Sistema vestibular y equilibrio

Otra forma en que los perros experimentan el mundo es a través de su sistema vestibular. Este es el mecanismo del cuerpo para mantener la postura y el equilibrio. Cuando pienso en los perros, los veo como atletas rudos que persiguen y zigzaguean, evitando por poco árboles y otros obstáculos. ¡Están realmente diseñados para el rendimiento! La columna es flexible y permite una variedad de movimientos, mientras que la cola actúa como un timón para mantener su trayectoria fiel.

Los mamíferos tienen un sistema único llamado aparato vestibular dentro de las profundidades internas de sus canales auditivos. Esto incluye 3 conductos semicirculares que contienen un fluido especial. Es la coordinación del movimiento del líquido dentro de estos conductos lo que determina el sentido del equilibrio de un perro.

Radiación termal

Al igual que las yemas de los dedos humanos, la parte sin pelo de la punta de la nariz de un perro es una de las partes del cuerpo más inervadas. Se organizó un estudio reciente para determinar si la sensibilidad de la nariz de un perro tenía propósitos más especializados. Otros vertebrados utilizan su nariz para detectar estímulos térmicos y químicos que pueden utilizarse para discriminar alimentos o incluso para guiar el movimiento. Se descubrió que los perros detectaban una radiación térmica débil con el sentido del tacto a través de la nariz, pero el estudio no determinó para qué se utilizaba esa información.

Seguimiento magnético

Los humanos utilizan campos magnéticos para navegar en la naturaleza y, aparte de las estrellas, esta fue una de las primeras formas que tuvieron los exploradores de encontrar su camino. Asimismo, esta es otra respuesta a cómo los perros experimentan el mundo. Las investigaciones han determinado que muchas especies de mamíferos utilizan campos magnéticos para navegar, y los perros han podido orientarse en su entorno gracias a su capacidad para sentir e interpretar campos magnéticos.

Conclusión

El sentido del tacto tal como lo pensamos en los humanos es marcadamente diferente al de nuestras mascotas. Por ejemplo, los humanos utilizamos una sensación del tacto muy desarrollada en las yemas de los dedos para recibir información sensorial. Sin embargo, cuando se trata del sentido del tacto de un perro, no utilizan sus patas para la misma exploración sensorial. En cambio, utilizan otras técnicas especializadas, como un mayor desarrollo neuronal en la nariz, el sistema vestibular y la capacidad de interpretar campos magnéticos. Es importante recordar que, aunque los perros procesan la sensación del tacto de manera diferente que las personas, todavía sienten dolor y experimentan angustia emocional que los propios humanos podrían asociar con la sensación del tacto.

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