Ir de vacaciones con tu perro puede ser una experiencia maravillosa, especialmente si disfruta de viajar tanto como tú. Sin embargo, no todos los perros responden bien a los viajes. Algunos perros se estresan mucho durante el trayecto; en otros casos, pueden empezar a temblar al acercarse al coche y pueden no tolerar siquiera entrar en un transportín de viaje.
Existen varias medidas preventivas que se pueden tomar para minimizar el estrés de tu perro al viajar en coche u otros medios de transporte. Aquí están los pasos más importantes para mantener a tu perro tranquilo durante los viajes:
Una buena socialización desde temprana edad es clave para que tu perro se acostumbre a nuevos entornos, experiencias y situaciones. Si acostumbras a tu cachorro a explorar nuevos entornos y lo llevas a lugares nuevos y variados, donde se encuentren con nuevas personas, mascotas, sonidos y olores, en las primeras etapas de su desarrollo, será más fácil para ellos adaptarse a nuevas situaciones sin dificultad. Esta confianza hará que viajar dentro de un vehículo o quedarse en un entorno nuevo sea mucho más fácil para tu perro.
Debemos acostumbrar a los cachorros a viajar lo antes posible. No es lo mismo hacer el primer viaje cuando tu cachorro tiene unos meses que cuando tiene varios años y ya ha establecido sus rutinas y situaciones con las que está familiarizado.
Por lo tanto, aunque los viajes no sean necesarios, es recomendable hacer desplazamientos cortos en coche con tu cachorro con regularidad.
Puede ser útil hacer viajes de duración e intensidad progresivas (para que se acostumbre a diferentes movimientos y velocidades), para promover una habituación natural a la situación de estar en el coche, así como a su ruido y movimiento.
Proporciona máxima estabilidad, calma y comodidad a tu perro durante el viaje. Para ello, es mejor elegir un sistema de sujeción que permita que tu perro se mueva lo menos posible durante el trayecto, como un transportín de viaje o un arnés. Evita hablar en voz alta o poner la radio a un volumen alto. Controla la temperatura para que tu perro no sufra estrés por calor.
Este proceso es crucial y debe hacerse de forma tranquila y sin prisas. Debe realizarse en casa y, siempre que sea posible, se debe fomentar su uso con elogios, una golosina o un juguete. Es importante tener en cuenta que, si el uso del transportín/arnés no se asocia con una experiencia familiar y agradable, meter al perro dentro para viajar puede resultar un factor estresante que se suma al del estrés causado por el viaje en sí mismo.
Anima a tu perro a entrar en el coche por su propia voluntad. Nunca debemos obligar a un perro a entrar en un coche; es importante asociar el coche con una experiencia agradable. Para ello, debemos empezar acercando a tu perro al coche con el motor apagado, usando elogios o juegos para animarlo. En estas primeras etapas, puedes jugar alrededor del vehículo e incluso abrir y cerrar puertas mientras juegas con él. Una vez que tu perro acepte estar cerca del coche sin problemas, repite el proceso con el motor del coche encendido.
Cuando tu perro esté cómodo con el ruido del coche, es hora de trasladar parte del juego al interior del vehículo (por ejemplo, si juega a la pelota, puedes lanzarla dentro del coche ocasionalmente), comenzando por las áreas más accesibles y terminando con la parte trasera y las áreas más internas. El juego se puede reemplazar con golosinas, de modo que al principio tu perro sea recompensado por estar cerca del coche y luego acercarlo progresivamente al interior. Una vez que consigas que tu perro entre en el coche sin dudarlo, el siguiente paso es cerrar las puertas y abrirlas unos segundos después, siempre animando a tu perro con caricias y elogios. Luego, aumenta gradualmente el tiempo que tu perro pasa en el coche, comprobando que se mantenga tranquilo en todo momento.
Para algunos perros puede llevar un poco de tiempo acostumbrarse al transportín, pero al darle a tu perro tiempo y actuar de manera adecuada, el transportín puede convertirse en un refugio seguro para él en situaciones estresantes como un viaje en coche o una visita al veterinario. Asegúrate siempre de tener un transportín o jaula de viaje del tamaño adecuado para tu perro.
A veces puede ser útil o necesario usar nutracéuticos o medicamentos para reducir el estrés o la ansiedad de tu perro durante el viaje. Habla con tu veterinario, quien podrá asesorarte sobre cuál sería la forma más adecuada de apoyar a tu perro.