Los grandes cambios pueden incluir mudarse a una nueva casa, la llegada de un bebé a casa o las visitas. Pero incluso los cambios que nos parecen menores, como saltarse un paseo diario o cambiar la hora de comer puede aumentar el estrés que experimenta tu perro.
Cómo saber si tu perro está estresado
Concéntrate en su comportamiento, las interacciones sociales y el lenguaje corporal de tu mascota. Los signos de estrés en tu perro pueden incluir tener cola escondida entre las patas, las orejas hacia atrás, caminar de un lado a otro, jadear, lloriquear, nerviosismo, bostezos, lamerse los labios u retracción horizontal de los labios (verás sus dientes delanteros y traseros).
Los cambios en el comportamiento y las interacciones sociales pueden incluir apego o evitación. Es posible que tu perro no quiera salir a caminar. Es posible que quiera sentarse en tu regazo sin parar o esconderse en otra habitación. Es posible que tu perro no juegue tanto, orine o defeque dentro de casa o se niegue a salir. También podría tener un cambio en el apetito o actuar de manera extraña con alguien de la misma casa. Además, podrás notar un aumento en los comportamientos de auto-relajación, como lamer o masticar en exceso.
A pesar de lo inteligentes que son los perros, tienden a vivir el momento. Eso significa que cualquier cambio de comportamiento o lenguaje corporal que estés notando, probablemente esté relacionado con lo que tu perro está experimentando en ese momento, no con lo que sucedió hace horas.
La forma en que un perro gestiona el estrés es diferente para en cada individuo. Sin embargo, las características de su raza a veces pueden jugar un papel importante. Por ejemplo, los perros de razas “trabajadoras” a menudo les va bien recibir instrucciones y orientación de sus tutores. Los perros de raza de pastoreo a menudo están un poco más en sintonía con los cambios ambientales repentinos y, a menudo, están muy orientados a la rutina (esto puede manifestarse como sensibilidad al ruido o al movimiento, o "intolerancia al caos").
Pero cada perro es un único, así que recuerda que la raza por sí sola no predice ni define su comportamiento.
Los cambios en los horarios
Cuando notes que tu perro está experimentando ansiedad por los cambios en su rutina, ¿Cómo puedes ayudarlo?
Primero, ayuda a comprender cómo funciona la ansiedad en los perros:
Tu perro siente estrés cuando anticipa una amenaza. Son como un corredor en la parrilla de salida antes de una carrera, inseguro de cuándo se disparará el pistoletazo de salida y listo para avanzar tan pronto como sea necesario.
Dale tiempo para que procese lo que sucede en su entorno. Luego, ayúdalo a establecer un grado de previsibilidad, seguridad o control sobre lo que sucederá a continuación.
Es importante que sepa cuando va a salir, a comer, a jugar…
Darles a los perros la posibilidad de elegir entre opciones aceptables, tal como lo haría con los niños pequeños, les ayuda a recuperar la sensación de control. Puedes hacerlo tirando tres juguetes al suelo y dejando que tu perro elija uno. Puedes sostener la correa de tu perro y ver si se acerca para que se la pongas. Si se quedan quietos o salen de la habitación, no te preocupes; tu perro te ha dicho que ahora mismo no quiere salir a pasear, pero puedes volver a intentarlo en otro momento.
Mantén una secuencia. Por ejemplo, quizás necesites cambiar el horario de los paseos de tu perro por compromisos laborales. Para permitir que se ajuste, mantén la misma manera de hacer las cosas. Esto podría incluir dirigirse a la puerta trasera, ponerse los zapatos, sacar la correa y pedirle a tu perro que se siente. Tu perro se sentirá reconfortado porque sabe lo que está por suceder, incluso si es en un momento diferente o en una casa nueva.
A medida que tu perro se adapta a un cambio, ¡recuerda ir a su ritmo! Tu perro podría tardar algunas semanas o más en aclimatarse a su nueva normalidad. Ves despacio y no intentes forzar el ajuste.
Cómo apoyar a tu perro
Los productos de feromonas, como ADAPTIL, disponibles en formato collar, difusor y spray, podrán ayudar a tu peludo a adaptarse y tranquilizándolos en situaciones nuevas, como entrenamientos y cambios en la rutina, viajes al veterinario, quedarse solo en casa.
Si se necesita un apoyo en mayor profundidad para ayudar a su perro a adaptarse, recomendamos visitar al veterinario para que pueda brindarte más información al respecto y ayudarte a solventar la situación.