¿Adoptaste a un cachorro y pensaste que estaríais solo los dos?

Bueno, adivina lo que va a pasar realmente: prácticamente todas las personas que conoces QUERRÁN ahora conocer al cachorro. ¡Son tan bonitos! y también ¡tan adorables! Conocer a otras personas y a distintas especies de animales es una parte importante de la socialización.

Esta semana, Opps nos cuenta sus primeros encuentros con otros perros y visitas de sus padres humanos. 

La última vez fui a la ciudad para experimentar nuevas situaciones, ¿recuerdas? Bueno, ¡conocí a un perro durante el paseo! Se parecía a mí, pero era más grande. ¡Pudimos jugar un rato juntos!

Mis humanos estaban tan felices de verme jugar con otro perro que me dieron una golosina, esto se está convirtiendo en una costumbre muy interesante. Si hubiera sabido que era tan fácil ser un perro, ¡habría nacido antes!

Mi nuevo amigo de cuatro patas

Unos días después, recibí la visita de un humano; pero…¡más pequeño!, un humano cachorro… diría yo.

Es muy cariñoso conmigo y tenemos algo en común: a los dos nos gusta jugar. No puede ser una coincidencia, así que aprovechamos al máximo nuestro día juntos.

Para empezar, ¡tiene más juguetes que yo! Dinosaurios, pequeños coches ... tenía T-O-D-O tipo de juguetes. Cuando nos aburrimos de jugar con ellos, comenzamos a jugar un nuevo juego al que llamamos "buscar la pelota". Es muy fácil de jugar. Necesitas un humano, un perro y una pelota. Aquí las reglas:

1. El humano lanza la pelota
2. Recoge la pelota y llévala al humano.
3. Repite hasta que el humano se canse de lanzar la pelota.
   

Fácil, ¿no?Estoy bastante seguro de que no será una sorpresa si digo que me dieron golosinas como recompensa por recuperar la pelota ¡Se quedarán sin golosinas si mantienen este ritmo!

Ese soy yo, el mejor perro en el juego de “Atrapa la pelota”

El compañero de cuatro de patas y el pequeño humano no fueron los únicos a los que he conocido estos días. También fui a clases de cachorros con mis nuevos padres. ¡Es muy divertido! Lo pasamos muy bien y aprendí mucho, especialmente charlando con los otros cachorros. Me dieron algunos consejos de educación para practicar con mis padres humanos, como las pautas para pasear con correa o cómo ser más lindo; aunque todos sabemos que ya soy muy lindo.

¡Te lo contaré en el próximo capítulo de mis aventuras de cachorro!